A veces hay que postear

Os he contado alguna vez la historia de cuando conocí a Obama pescando con calcetines blancos sobre una batea de mermelada? Parece que fué hace cinco años, pero en realidad fue hace cuatro. Creo recordar que estaba cayendo hacia arriba, cosa bastante extraña, siempre y cuando me olvide de las ensordecedoras risotadas de los elefantes naranjas... pero rara vez lo consigo. En cuanto me detuve tan solo por el hecho de decir "decir" conseguí enterarme gracias a Winki (el queridísimo leño parlante, creador de las fobias) que el viaje en valsa hacia la batea era bastante caro, relación calidad precio, se entiende, así que decidí hacer un ajustado trato con el manatí de sombrero de copa. Al principio todo fue bien, pero lo que se prometía un sencillo y fugaz viaje se convirtió en una Odisiea digna de ser narrada por el mismísimo Homero. Protegido dentro del calcetin mágico que meses antes había tegido con la ayuda del padre de mi hijo no fui consciente de ninguno de los ataques esquizofrénicos sufridos por Chusco (el manatí de sombrero de copa), así que llegué salvo y sano a la batea de mermelada, donde Obama estaba pescando con calcetines blancos... (de esos que tienen una raya roja y otra azul y luego se queda floja la goma y se caen un poco)